
22 Oct ME REINVENTO, LUEGO EMPRENDO: NÚRIA MASIP
ME REINVENTO, LUEGO EMPRENDO.
“Me reinvento, luego emprendo”, es un rinconcito que abro para ti.
Para que cuentes tu camino de reinvención profesional a través del emprendimiento.
Pero también, es tu espacio, si buscas inspiración en las historias de otros.
Porque emprender es una aventura maravillosa, pero aún lo es más, si lo haces acompañad@.

Núria Masip, especialista en marca personal.
NÚRIA MASIP, especialista en marca personal y marketing de contenidos y emocional.
Esta es Núria.
Catalana, afincada en Barcelona, donde disfruta de largos paseos a la orilla del mar, del teatro y de unas vistas maravillosas desde el salón de su casa.
Licenciada en psicología, durante cuatro años trabajó en Recursos Humanos, donde, confiesa, aprendió mucho sobre cómo hay que venderse para ser el candidato elegido.
Con su negocio, ayuda a emprendedores a impulsar su marca personal con estrategias de diferenciación, monetización y posicionamiento.
Es una persona comprometida, muy trabajadora, amante de la formación continua, apasionada del marketing y de la escritura.
En nuestra charla, Núria repasa su trayectoria profesional y nos cuenta qué le llevó a emprender, dejando su trabajo corporativo como psicóloga.
También explica qué es la marca personal y eso, aún desconocido, del marketing emocional.
Y, por si fuera poco, nos habla de sus referentes y las personas con las que se ha ido formando desde que decidió emprender.
Núria transmite un mensaje claro: invierte en ti mism@ y lánzate a la aventura maravillosa del emprendimiento.
Espero que, como a mí, te llegue y te inspire.
1. Núria, cuenta quién eres, háblame de tu faceta más personal.
Soy Nuria. (Ya me iba a ir por la parte profesional, pero no, voy a empezar por la personal).
El emprendimiento me ha hecho ver que soy una persona muy distinta a la que yo creía que era.
Cuando estás en el mundo corporativo, estás metido en una especie de “personaje” en la empresa.
En realidad, me he dado cuenta de que soy una persona que necesito tener mucha libertad en mi vida; lo de tener horarios y tener que ir a un sitio, pues la verdad es que no me va.
Soy muy curiosa, muy apasionada de lo que hago. Me gusta ayudar a los demás y, sobre todo, poder aportar sobre lo que sé, aunque obviamente me queda mucho por aprender.
2. ¿A qué te dedicas en la actualidad? Háblame de tu trayectoria y de cómo has llegado hasta aquí, cómo ha sido tu proceso de reinvención.
De formación soy psicóloga. Luego hice el máster de recursos humanos y, después de 4 años en el sector, decidí que era el momento de un cambio.
Es por eso que, a día de hoy, soy consultora de marca personal y marketing de contenidos.
Yo tenía claro hacer Psicología, pero también que no quería ser la típica psicóloga de consulta, porque lo de que a mí me viniese la gente a contar la vida y los problemas, no lo veía.
Aún así, sabía que quería hacer esa carrera, tal vez más por un tema mío de auto conocimiento. Me gusta conocer más la mente, entender los comportamientos, las actitudes.
A día de hoy, mirando atrás, me doy cuenta de que, para dedicarme a lo que me dedico hoy, el tema de la psicología me viene genial.
Y, me viene bien, no solo por entenderme con los clientes, sino porque en la actualidad, afortunadamente, el marketing, cada vez más, se vincula con esa parte emocional.
Ya no vendes al público con ofertas y demás, porque eso no es aportar valor, sino que intentas buscar la conexión.
Aquí, entra en juego un aspecto muy importante de todo lo que es el ámbito psicológico.
En resumen, estoy contenta por la decisión que tomé en aquel momento, al elegir psicología.
3. ¿Te diste cuenta desde el principio que trabajar en recursos humanos no era lo tuyo o fue de forma progresiva?
La verdad es que me di cuenta bastante al principio.
Se suele decir que la gente se va de las empresas por los jefes, porque no hay buen ambiente, por el salario, etc. Pero, en mi caso, no fue así.
Siempre he estado encantada con todos los jefes y compañeros que me han tocado.
Es decir, el mío es un caso claro de pensar: “este trabajo no me gusta, no me aporta y no me siento realizada”. Era un trabajo demasiado mecánico para mí.
Realizaba selección de personal y, el hecho de conocer a las personas en las entrevistas, tratar con ellas y conocer sus sueños, es decir, dónde se veían en 5 años, era fantástico, pero el resto del trabajo, no lo era.
Al principio, pensaba que la situación mejoraría con sólo cambiar de empresa, como le pasa a mucha gente.
Y eso funcionaba hasta los dos o tres primeros meses, que vuelves a entrar en la misma dinámica de aburrimiento, de repetitividad e incluso, de sufrimiento.
Para mí suponía una crisis casi existencial, de decir qué voy a hacer con mi vida, esto no me gusta, aquí no puedo estar.
Compañeros con los que hablaba, me decían que tenían días mejores y peores, pero que iban tirando. Lo cierto, es que yo, no podía ir tirando.
Un día oí en un podcast a Borja Vilaseca con Charuca, hablando de la reinvención profesional.
Piensa que yo estaba en la burbuja del mundo corporativo, en una multinacional y no conocía que podía vivir de mi propio talento.
Ahí se produjo un clic dentro de mí y empezaron a surgir muchas ideas.
Me abrí una cuenta en Instagram que, al principio, era de decoración. Era como mi vía de escape de un trabajo que no me gustaba nada, haciendo fotos, escribiendo textos y haciendo una pequeña comunidad.
Pasado el tiempo y ya durante el confinamiento, empecé a compartir, en esa misma cuenta, temas de marketing, que era lo que siempre me había gustado.
Aproveché esos meses para hacer un máster de marketing y varios cursos.
Y, por fin, en septiembre de 2020, decidí decir en la empresa que me iba.
Así ha sido esa trayectoria, sobre todo, gracias al desarrollo personal y, al hecho de ir formándome en paralelo.
4. ¿Cuáles crees que son las claves para que una reinvención profesional sea exitosa?
Yo te diría que, de inicio, contratar a una mentora. En mi caso fue Mariam Veiga. La seguía hacía meses y leía todo lo que publicaba en Linkedin.
Y pensaba: “yo me veo siendo esa chica en algún momento”, en el sentido de compartir contenido, cosa que yo no podía hacer, porque aún estaba en mi empresa y sólo publicaba ofertas de trabajo.
En cuanto di el salto, lo tuve claro y contacté con ella. De forma paralela, le pagué a ella el servicio y le mandé la carta de renuncia a la empresa.
Para mí fue clave tener una mentora que me acompañara, porque de inicio, no hubiese sabido montar un servicio, qué precios poner, etc. Tenerla a ella fue de gran ayuda ese primer mes y medio.
También es fundamental estar siempre formándote mucho. En mi caso, además, fue un cambio de sector.
Una cosa es que estés en una empresa y pases a ser autónomo, haciendo lo mismo y, otra es que, además, hagas un cambio de sector.
Entonces, cono decía, en este caso, hay que formarse y leer mucho más incluso y conocer a los referentes de tu sector.
Añadiría que, es importante mantener un tiempo de ocio, saber desconectar, porque puedes correr el riesgo de pasar de la burbuja de la oficina, a la burbuja de tu casa: el emprendimiento absorbe un montón.
Y, por último, la mentalidad. Si yo no tengo la mentalidad adecuada, no voy a poner los precios que tienen mis servicios ni voy a atreverme a invertir en un mentor.
Por resumir, invertir en ti: acompañamiento + formación + mentalidad.
5. Se oye hablar mucho, cada vez más, de marca personal. Como especialista en marca personal, ¿cuál crees que es la definición más adecuada del término?
La forma en la que me gusta más definirlo y que creo que se entiende mejor, aunque uno trabaje por cuenta ajena, es decir que es el currículum del siglo XXI.
Hay que entender que uno no es la empresa en la que trabaja, el cargo que desempeña o las experiencias que ha tenido; uno es mucho más.
Por eso, un currículum, hoy en día, se queda muy corto.
Recuerdo que, cuando yo estaba en recursos humanos y hacía una entrevista, le pedía al entrevistado que me contase qué más podía aportar, aparte de lo que ponía el papel (el currículum).
El tema del desarrollo personal, se relaciona mucho con la marca personal, porque para establecer esa marca personal, lo primero que hay que hacer y que yo trabajo con mis clientas, es tener claro quién eres, cuál es tu historia de marca, tu emoción, tu promesa de marca, etc.
Es decir, se trabajan una serie de aspectos para establecer esa marca personal y, realmente, da lo mismo que trabajes por cuenta ajena o que seas emprendedor.
Si trabajas en una empresa, aun asiendo indefinido, tú no sabes si mañana va a seguir vigente ese contrato.
Tenemos que estar preparados. Como dice Andrés Pérez Ortega, que es el padre de la marca personal en España, tú tienes que buscarte la vida por ti mismo y no esperar a que llegue esa ayuda de fuera, del Gobierno.
Porque, además, al quedarte en el paro, tienes un tiempo en el que estás percibiendo un dinero, pero ni puedes esperar vivir de eso ni va a durar para siempre.
Creo que, tener un plan B, aunque trabajemos por cuenta ajena, es clave. No cuesta nada empezar por compartir contenido en algún sitio, que es una forma de dejar ver lo que tú sabes, los conocimientos y la experiencia que tú tienes.
Porque aun trabajando por cuenta ajena, podrían proponerte colaboraciones, tales como impartir talleres, por ejemplo.
Pese a lo que digo, entiendo que, cuando se está en la comodidad de una empresa y un puesto fijo, esto no se tenga tan en cuenta.
6. ¿Eres de las que cree que todos tenemos marca personal?
Desde mi punto de vista, sí.
En realidad, la marca personal, aunque tú no sepas ni que existe, ni la trabajes o la gestiones proactivamente, para mí también supone lo que los demás perciben de ti.
Tu marca personal es la huella que dejas en los demás, cuando te relacionas de manera profesional o personal.
Si en el plano profesional gestionas de manera proactiva esa marca que tienes, a través del contenido y de esa marca que aportas, lo pones en valor e incluso lo puedes llegar a monetizar.
7. Tienes una cuenta muy trabajada en Linkedin. ¿Crees que es la mejor red para trabajar la marca personal?
Yo creo que de las mejores.

Núria Masip, especialista en marca personal.
A mí, Instagram me gusta mucho. En Instagram encontramos de todo; es como la vida real.
El algoritmo hace que a cada persona le muestre un poco un mundo. Habrá quien te diga que Instagram es postureo.
Pero, para mí es gente muy crack que comparte todo su conocimiento. Aunque, como decía, depende del algoritmo.
Lo malo es que, cuando haces scroll en tu feed, tú sólo ves a las personas que sigues.
En cambio, Linkedin, al estar más enfocado a ese lado profesional, nos resulta más fácil hacer ver lo que estamos haciendo y lo que estamos aportando.
Linkedin lo pone muy fácil para poder seguir y llegar a otras personas. Te permite mayor alcance orgánico.
Para mí, Linkedin y TikTok, aunque no tengan nada que ver la una con la otra, a nivel de alcance orgánico, serían las dos que tienen más, porque no necesitan estar tanto en ellas ni publicar tanto, sino que el algoritmo ya hace que se muestre a muchas más personas.
Además, aunque hay muchos perfiles en Linkedin, al final, los que publicamos no somos tantos; nos conocemos entre todos.
8. Además de estar en Linkedin y en Instagram, has hablado de TikTok. ¿Estás en esta red de manera activa?
Aprovecho la pregunta para comentar que siempre les digo a mis clientas que, si van a hacer reels en Instagram, se abran una cuenta en TikTok, para subirlos allí también, porque pasa muy parecido a Linkedin, que no te hace falta estar allí.
El algoritmo es muy bueno y sabes a quién se lo tiene que mostrar.
En 2020 estuve algo más de un mes publicando 3 o 4 vídeos cada día.
Cuando acababa mi jornada de trabajo para la empresa (desde casa), me ponía a grabar los vídeos. Era como mi motivación del día.
En aquel momento el algoritmo era brutal; podías crecer muchísimo.
Ahora lo utilizo de manera esporádica, pero lo mantengo abierto porque creo que vale la pena. Si hago algún reel lo subo, aunque sea de ocio.
9. En cuanto a lo que estás diciendo de publicar cosas personales, ¿tú recomendarías que se publicasen en el feed de Instagram, reels resumen de unas vacaciones, por ejemplo?
En relación con la marca personal, lo que tiene de bueno es que, como eres tú, tanto como profesional como en el tiempo libre, no me parece mal mezclar un poco y que se vean estos dos ámbitos.
Si una persona comparte contenido útil, relevante y aplicable, para su público objetivo, no pasa nada porque de vez en cuando publique cosas sobre sus vacaciones.
En cambio, si lo quiere subir a modo “mira mis vacaciones”, pues quizás con subirlo una o dos veces al año, sería más que suficiente.
Pero es muy fácil relacionarlo con nuestro trabajo: recuerdo que una vez subí un post, contando que eran nuestra primeras vacaciones sin tener que pedir permiso a un jefe.
A medida que lo iba escribiendo, me daba cuenta de que lo podía relacionar con la motivación motor de cada uno, la importancia que tiene para mí la libertad, lo que, por tanto, implica hablar de mi emprendimiento, que es ir un paso más allá.
Con lo cual, poder, podemos. Y, si le damos un sentido, mucho más.
10. Además de ser especialista en marca personal, te dedicas al marketing de contenidos y emocional. Quizás haya gente, quizás no, seguro, que no sepa qué es el marketing emocional, pese a no ser un concepto reciente. ¿Cómo le explicas tú a alguien que no lo conoce, qué es marketing emocional?
Pues yo diría que es ponerle nombre al hecho de intentar, como emprendedores, por ejemplo, posicionarse en la mente del buyer persona, de ese potencial cliente que tenemos.
¿Y cómo? Aquí la clave es hacerlo a través de las emociones, de ahí su nombre.
Es una forma de vender, pero no como se hacía antes, vender en frío y a saco.
A través del marketing emocional, intentamos primero conectar con esa persona y después ya, que esa persona, de manera automática se acuerde de nosotros, en cuanto tiene el problema que nosotros resolvemos.
Se puede hacer de varias maneras. Una de ellas, por ejemplo, contando nuestra historia, de forma que quien nos siga se sienta identificada por ver que está pasando por lo mismo que pasamos nosotros en su momento.
De esta forma, hacemos que esa persona se acuerde más de nosotros, soy más memorable en ese sentido.
Y quizás, en ese momento, no necesita lo que yo ofrezco, pero si lo necesita el día de mañana o lo necesita alguien de su alrededor, es más probable que se acuerde de mí para contratarme o recomendarme, en lugar de hacerlo de otra persona que se dedica a lo mismo que yo pero que no está aplicando estas estrategias o tácticas.
Aunque no me gusta demasiado hablar de estos términos, porque a mí me parece de lo más natural (intentar conectar a través de las emociones), pero entiendo que haya gente que no se le haya ocurrido que, para vender tenga que hablar de ella misma o de sus emociones.
En resumen, sería utilizar la emoción para conectar con nuestro público a través de contenidos más personales, de forma que las personas se puedan identificar contigo.
Hay gente, como me pasó hace unas semanas hablando con un CEO de una agencia de marketing, que se sorprende cuando cuento que no hago publicidad para vender.
Claro que la publicidad te da un “push”, pero siempre y cuando tú estés trabajando muy bien esa parte orgánica de aportar contenido educacional e inspiracional, y mostrarte lo más auténtico que puedas como marca personal.
Apostar únicamente por estrategias “marketinianas” de hace 10 años, es un error. Esto evoluciona muy rápido; en el último año, ha cambiado todo mucho.
Los consumidores cada vez somos más exigentes y nos gusta comprar, pero no nos gusta que nos vendan, que es muy diferente.
Me sorprendió la charla con este CEO del que hablaba. No es consciente del poder de la marca personal, que tú puedes vender como persona y no limitarnos a vender un producto.
Igualmente, antes, a la hora de vender servicios, se hablaba más de las características de los servicios y ahora tenemos que hablar de frustraciones, miedos y deseos (de quien nos sigue), de los beneficios de comprar nuestro servicio.
Es un punto totalmente diferente de lo que venía siendo vender.
Y, para esto, necesitas tiempo, para que la persona te conozca y para que reciba más inputs de manera constante antes de darse cuenta de que controlas sobre el tema del que llevas hablando un año, por ejemplo.
11. En cuanto a la creación de contenidos, ¿qué dificultades tienen las personas con las que trabajas, en este tema?
Únicamente he visto cierto agobio o cansancio por el tema de la creación de los contenidos. Y yo creo que el problema real es que no hay un foco, no están claros los objetivos del negocio.
Si, por ejemplo, tienes en mente lanzar un taller en tal fecha, no empezarás a hablar del mismo un día antes, sino que lo harás un mes antes.
Tienes que estar semanas antes empezando a lanzar contenido sobre la temática de la que vas a hablar en ese taller.
Para mí, la clave está en tener una coherencia y conseguir tener una estrategia que parte de esos objetivos que tienes.
12. Y, para alguien que empieza, que no tiene clara esas fechas de lanzamiento o que ni siquiera tiene esos lanzamientos, ¿qué le dirías?
Comienza a escribir aportando mucho valor sobre el tema con el que quieres posicionarte.
Tu objetivo va a ser que el público tenga claro sobre lo que tú entiendes y en qué sector y con qué rol te vas a posicionar.
Al principio, necesitas ser muy constante para causar ese impacto. Por eso, yo recomiendo tener una programación de contenidos.
De esta manera es más fácil para ti planificarte, pero también es más fácil para tu audiencia, para saber cuándo y dónde te pueden encontrar.
Es como si fueses un canal de televisión o radio; la gente se va acordando de ti.

Núria Masip, especialista en marca personal.
13. A lo largo de la entrevista, hemos hablado de formación. ¿Tú eres más de formación reglada o no reglada?
Todo lo que tengamos de formación reglada está genial, no sólo por lo que aprendes, sino por todo lo vivido en los años de duración de esos estudios.
Aunque pienses que tu carrera no te ha aportado nada, te aseguro que del día en el que entraste al día en que saliste, algo te ha ayudado, aunque sólo sea a crecer como persona.
Así que, total apoyo a la formación reglada.
Eso sí, ahora que estoy metida en el mundo del emprendimiento, prefiero comprar de los temas que yo toco, porque considero que están bastantes más actualizados que los que da una universidad.
A nivel de marca personal, yo me he formado con Irene Milián, por ejemplo.
En marketing emocional tengo otros referentes.
La gracia está en que son personas que forman, pero que también tienen clientes 1:1. Incluso en la formación de Irene, había un protocolo en el que se explicaba qué hacer ante situaciones de bloqueo de un cliente y claro, esto en una universidad, raramente te lo van a dar.
Creo que todo tipo de formación te aporta, pero tienes que ser consciente de dónde puede estar lo que te aporte más ahora, lo que esté más actualizado.
Creo que la combinación está genial.
Por último, creo que hay que comentar un tema y es que, en este país, la titulitis está a la orden del día, entonces, si yo tengo tal carrera o tal máster, mejor que lo diga (en una entrevista de trabajo) y así nos quedamos todos tranquilos.
Pero casi seguro, he aprendido más en este último año emprendiendo que en toda la carrera.
14. Volviendo al tema de las redes, ¿qué importancia tienen en tu negocio? ¿Cuáles crees que son los fallos que cometemos los emprendedores en las redes, de manera repetitiva?
Te diría que, para mí, tienen muchísima importancia, porque la mayoría de los clientes me llegan por Instagram y por Linkedin, de las que hemos hablado.
Pero no nos podemos olvidar de que estas redes no nos pertenecen; son aplicaciones de externos.
Lo importante es, por tanto, tener un canal que sea propio. Trabajar la newsletter: ese email marketing donde tengamos los correos de la gente. Porque en caso de perder una red social, siempre les podemos escribir por ahí.
Otra cosa buena sería, poder tener esa comunidad en un canal de Telegram o en un grupo de WhastApp. Esto te permite tener una comunicación rápida con ellos, si lo necesitas.
Pero sí que es verdad que, en mi caso, trabajo mucho más Linkedin o Instagram que la newsletter, que la tengo ahí y de vez en cuando la mando.
Instagram nos absorbe bastante en el día a día, es más instantáneo. Una newsletter te la tienes que pensar. En cambio, una story, la subes en el momento y ya está.
Así que, hay que procurar ir creando en paralelo esta otra red en la que tengamos a nuestra comunidad.
Una de las cosas que no comparto, es que se diga que mínimo tienes que publicar x veces por semana.
Creo que, primero, depende de cada caso y, segundo, lo ideal a nivel de frecuencia, es lo que para ti sea sostenible, algo con lo que tú te puedas comprometer.
Y, por supuesto, eso de vender directamente o decir “hola, te envío mi publicación”, tampoco.
15. ¿Qué le dirías a alguien que está pensando en una reinvención profesional, emprendiendo? ¿Qué consejos le darías?
Un poco lo que le decía al principio:
Si puedes y tienes oportunidad a nivel económico, contrata a un mentor o mentora, con el que sientas que te puedes entender, que compartes valores. Si algo bueno nos aportan las redes es que tienes la oportunidad de ver cómo se expresa esa persona, cómo habla…con lo cual, puedes escoger con quién trabajar y quién quieres que te acompañe.
También, forma parte de alguna comunidad de emprendedores, donde sientas que alguien te sostiene de alguna forma.
Invertir siempre en nosotros, leyendo, formándonos, estar siempre en continuo aprendizaje.
Y, desde luego, lanzarse.
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Página web: Núria Masip
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